Mí terapia
Definir con palabras mi forma de trabajar es todo un reto. De hecho, cuando te identificas con una forma de terapia dejas de permitirte seguir avanzando, seguir aprendiendo, evolucionando. Después de tantos años de aglutinar información, conocimientos, cursos y experiencias de vida en mi propio cuerpo, en mi ser, mi forma de trabajar es ciertamente algo fuera de lo establecido o de lo mas frecuentemente conocido de la mano de una fisioterapeuta en el colectivo social. Pero esta soy yo, una loca aventurera que ama su trabajo, una guerrera que se niega a dejar de aprender y crecer que pone a vuestra disposición todo su conocimiento.
Como terapias, utilizo muchas diferentes, porque mi propósito en mi consulta es la integración. No sigo dogmas. No sigo un solo tipo de terapia como forma de resolverlo todo. Juntas, mis pacientes y yo vamos armando un camino de ayuda diferente y único para cada mujer, cada bebé, cada niñ@.
La metodología que aglutina y da forma, orden y sentido a todas mis herramientas terapéuticas es la llamada Kinesiología Holística o Physioenergética. Una forma de trabajo que permite establecer una comunicación con el cuerpo mas allá de las palabras, de los conceptos, de lo consciente. A través de este método mis pacientes y yo vamos viviendo un proceso en el que vamos decapando las capas de cebolla que se han ido creando hasta generar esas dolencias (es lo que nosotros llamamos la MULTICAUSALIDAD), esos síntomas que el cuerpo ya no consigue resolver por si solo y los sostiene para que alguien le escuche y pueda interpretar su mensaje. Detrás de un problema aparentemente físico puede haber mucha información relacionada también con otros campos que conforman a la persona. Me refiero a alteraciones bioquímicas, emocionales, energéticas, etc. también relacionadas con el dolor, que forman las piezas del mismo puzzle. Al ir armonizando cada pieza implicada, el organismo recupera por sí mismo su orden natural, su sabiduría interna, la capacidad de autorregularse, trascender y evolucionar.
¿Decides/eliges descubrir nuevos caminos para sanar tus dolencias? Yo, desde luego, me ofrezco como tu compañera de viaje. Dejarás de ver el dolor o tu patología desde la dualidad, desde el calificativo de MALO, NEGATIVO. Comprenderás que detrás de lo que te pasa hay toda una historia, un «para qué» que le dará un sentido y te permitirá crecer, evolucionar, romper patrones o conductas que te impedían avanzar y desarrollar todo el potencial dormido que hay en ti.